En 'Can't Tame Her' de Zara Larsson, descubrimos que la fiesta sin preocupaciones es simbólicamente sinónimo de una sensación general de ser libre.
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En 'Don’t Worry Bout Me', la cantante Zara Larsson le está diciendo audazmente a un ex que todavía está interesado en ella que el sentimiento no es mutuo.
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En la canción 'Ruin My Life', Zara Larsson se encuentra fuera de una relación tóxica. Sin embargo, en lugar de soltar un suspiro de alivio, hace exactamente lo contrario porque extraña mucho a su ex amante.
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